A mis
manos fue a parar un libro cuyo título es: Mi
novia. Manual de instrucciones, me llamó la atención al instante puesto
que, está catalogado como un libro de autoayuda. Ante la curiosidad, no dudé un
instante a comenzar a leerlo aunque más bien va dirigido a la gente que tiene
novia pero, soy una persona bastante curiosa y quería saber que consejos
desvelaban este magnífico ejemplar.
Está
escrito por un autor residente en Buenos Aires llamado Fabio Fusaro, ojeando
este manual (dependiendo como se lea y de donde) consta de 85 páginas. No
quiero destripar el libro, por si alguien se aventura a leerlo, lo que sí haré
es dar mi opinión al respecto puesto que, quedé impactada y no puedo hacer otra
cosa que elaborar una pequeña crítica.
Como
ya he dicho, curioseando títulos de libros, topé con este que al instante llamó
mi atención y, como no, me hizo gracia (cabe decir que busqué también el
opuesto a este y no lo encontré) y pensé ¿Por qué no? He adelantado que
pretende ser un libro de autoayuda con lo cual das por hecho que lo ha escrito
alguien experto, pues dejadme deciros que no, no es el caso.
Esperaba
encontrar un enriquecimiento para comprender a las mujeres puesto que, muchos
dicen que somos complicadas. Este excepcional manual para entendernos, está
fundamentado por las múltiples experiencias del autor con las mujeres y también
lo que sus amigos le han explicado ¿un libro de autoayuda? Más bien yo lo
catalogaría como un manual de como
desconfiar del sexo opuesto.
No
todo lo que se describe está mal, de hecho hay algunos puntos que estoy de
acuerdo como por ejemplo:
·
Cuando se tiene pareja, hay que dejar una cierta libertad, es decir,
no agobiar a la otra persona.
·
Hay que dejar que salgan con los amigos y no centrarse únicamente en
la pareja.
Estos
dos puntos está bien tenerlos en cuenta ya que, muchos caen en estos errores,
una cosa es preocuparse por el otro y otra, es estar constantemente encima, se
necesita un cierto espacio. Lo mismo pasa con las amistades, algunos tienden a
dejarlos de lado por tener pareja y es lo peor que se podría hacer ya que ¿qué
pasa cuando la pareja nos deja? Ah…en eso no se cayó en cuenta ¿eh? Pues eso,
tal como dice el autor: los amigos es la
familia que hemos escogido.
Os
preguntareis: pero ¿tan malo es el libro?
Bueno, digamos que no aclara nada sino que, genera dudas, millones de
dudas. Según las experiencias de nuestro buen amigo, hay un prototipo de mujer
a la cual hay que aspirar y es la típica tía buenorra de generoso pecho y delgadita
pero con curvas (dejadme decir que, primero no existe y, segundo, nos excluyen
a la gran mayoría). Pasando ya a términos de consejos, destaco que, según el
señor Fusaro, las mujeres no sabemos lo que queremos y va poniendo ejemplos-
para mí, sin sentido- que, cuando decimos que nos gustan que nos digan cosas
bonitas, en realidad no nos gusta…déjame decirte amigo mío que, al igual que no
todos los hombres sois iguales, las mujeres tampoco.
Ya sé
que, siendo de Buenos Aires, la cultura y la forma de roles respecto a la
sociedad es diferente a la europea pero, se permite la libertad de argumentar a
lo que aspira toda mujer que es, nada más y nada menos que, a casarse y tener
hijos solamente, que la única finalidad de la mujer en buscar pareja es esa ¿Dónde
queda el amor? En dos frases ya nos ha dejado por debajo de ellos y como un ser
carente de sentimientos además, por si no fuera poco según él, nunca tenemos
las ideas claras (¿se puede interpretar que no sabemos pensar? Ahí lo dejo).
Respecto
a los ejemplos que va narrando en el libro, destacaré algunos para poder dar
una opinión. En primer lugar, explica que una pareja joven, la chica había de
ir de vacaciones de final de curso (sin el novio) y que, cuando volvió, había
tenido una aventura con un chico durante dichas vacaciones. Aconseja que, en
las relaciones, que o bien no se deje ir a la pareja a este tipo de viajes o
bien, darle la oportunidad de que sean ellas quienes digan de no ir, si deciden
ir es que no quieren al novio. Me quedé a cuadros, no sé cómo describir lo que
sentí en ese momento, ahora bien, si eso piensan de la mujer ¿no podríamos
pensar nosotras lo mismo cuando son ellos los que se van de viaje? Pongámonos
en el caso contrario, por esa regla de tres, todos tendríamos que desconfiar.
Otro
ejemplo (atención que este es buenísimo también) es, cuando la mujer se enfada,
según el autor por chorradas, aconseja que no han de tratar hablar con ellas
sino que, ignorarlas para que, cuando se les pase, volver a él con el rabo
entre las piernas ¿Dónde queda el dialogo entre la pareja? Perfecto, aparte de
no saber lo que queremos y no poder ir de viaje, encima hemos de ser sumisas.
Y el
último ejemplo, que con ese un poco más y me río de la histeria, habla de la
infidelidad pero ¡ojo! En este caso hace comparación, cuando una mujer es
infiel es porque no quiere a la pareja pero, cuando el hombre es infiel a la
pareja, no significa nada para él porque sigue queriendo a la novia y, para más
inri, se lo oculta. De aquí saqué dos cosas: la mujer, según él, es idiota
porque encima le dice al novio que se ha acostado con otro y, segunda, el
hombre es el gran incomprendido. Está justificado que un hombre se acueste con
otra porque- según el autor- no significa nada pero, si lo hace una mujer, la
explicación que hay es que no quiere al novio.
Como
conclusión final, me queda solo una pregunta (de la cual nadie me podrá
responder), todo lo relatado en este libro ¿le ha pasado al autos con todas las
tías que le dejaron? En este caso, ¿quién falla, las mujeres o él? A mí me da
mucho que pensar puesto que, o bien el autor no sabe enamorarse de la persona
adecuada o es muy tonto. Qué bueno, viendo su prototipo…en fin, dejémoslo ahí.
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